Lleno absoluto para atender a la fiesta mexicana de Alejandro Fernández y Alex Fernández en Santa Cruz de La Palma +AMPLIAR FOTOS |
Este concierto puso el broche de oro a la II edición del festival ‘La Palma Blue Experience’.
El artista mexicano compartió escenario por primera vez en Europa con su hijo Alex Fernández.
Lleno absoluto este sábado en el recinto central de Santa Cruz de La Palma para disfrutar del vibrante directo del artista mexicano, Alejandro Fernández (El Potrillo), quien por primera vez en Europa compartió escenario con su hijo Alex Fernández.
El concierto, que se incluye dentro de la gira ‘Amor y Patria’ de Alejandro Fernández, comenzó pasadas las 19:30 horas cuando el artista mexicano saltó al escenario con su banda para dar la bienvenida a los asistentes.
Tras su actuación inicial, que dio el pistoletazo de salida a una gran fiesta mexicana, Fernández saludó al público que se había congregado en el recinto central y les manifestó que “14 años después ya estaba de nuevo en la isla”, y que “no volvería a tardar tanto en venir”.
Su dinámico directo continuó con un amplio repertorio en el que no faltaron temas de su homenaje a México y a su padre Vicente Fernández, y clásicos se su trayectoria musical como “Sé que te duele”.
El público también tuvo la oportunidad de corear a pleno pulmón las canciones más míticas de Alejandro Fernández, como “Me dediqué a perderte”, “No sé olvidar”, “Canta Corazón”, “Mátalas”, y “Como quien pierde una estrella”.
El momento más emotivo de la noche se produjo cuando su hijo Alex Fernández subió a compartir escenario por primera vez en Europa con su padre, momento en el que ambos recordaron al rey del mariachi, Vicente Fernández (padre y nieto respectivamente) y compartieron anécdotas compartidas.
Y es que ambos no dejaron duda al público de que comparten una conexión única, con una fusión de voces magistral para rendir un merecido tributo a la tradicional música mexicana, actuación que sin duda dejó una huella imborrable en los corazones de los asistentes.
La energía vibrante y la calidez del público palmero crearon una atmósfera mágica en una noche que será difícil de olvidar, porque no sólo se vivió un gran espectáculo musical, sino que la experiencia logró unir a generaciones a través de la música.
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