Borja Perdomo Hernández: ¿Quién defiende a La Palma? |
Nos hemos visto solos este último año alertando de un problema de grandes dimensiones para La Palma. Ni el Cabildo ni el Gobierno de Canarias se quisieron enterar de que los cambios operados por Naviera Armas Trasmediterránea iban a representar un palo sin precedentes para el transporte de mercancías a La Palma y, por tanto, un nuevo arañazo sobre el tejido de su frágil economía. Fruto de esta enorme irresponsabilidad de quienes están al frente del Ejecutivo insular y autonómico, mucha de la mercancía que se transporta a la isla de La Palma en barco está llegando con retraso, lo que supone no solo un varapalo para las empresas palmeras, sino para servicios tan esenciales como el sanitario.
“Están jugando con la vida de muchas familias”, “volvemos 40 años atrás en La Palma”, “si esto no se soluciona de forma urgente vamos a tener que cerrar”. Expresiones así escuchamos en una reunión con empresas relacionadas con el sector del transporte, con las que el presidente del Cabildo se reunió un día después, forzado solo por nuestra iniciativa y con el ansia incorregible de tener la foto y no la solución. En cualquier caso, lo más triste de todo es que se haya tenido que llegar a esta situación tan extrema, cuando se sabía que este tsunami se venía contra los intereses de La Palma. Nosotros llevamos mucho tiempo advirtiéndolo.
Confiamos que ahora se hayan dado cuenta por fin de la dimensión del problema y estén de una vez en la solución. Porque han pasado meses y meses sin comparecer ante una problemática que requería poner en marcha todos los mecanismo del Gobierno canario y del Cabildo, en coordinación con las navieras, para buscar una salida justa para La Palma.
El Cabildo de La Palma no ha tenido liderazgo alguno ante un asunto estratégico como es el transporte marítimo de mercancías, que ha retrocedido al siglo pasado ante la indiferencia del Gobierno autonómico e insular. Es irónico que el presidente del Cabildo tenga que ir a rebufo nuestro, representando un Gobierno que en lugar de centrar el tiro en los asuntos estratégicos para La Palma, anda perdido en un catálogo interminable de caprichos y ocurrencias.
Nos preocupa esta miopía con la que se está gestionando La Palma. Entre una sobredosis de propaganda, se escurren los auténticos problemas de la Isla, que desaparecen de la agenda del Cabildo y del Gobierno canario. Mientras tanto, empresarios del transporte, paqueterías, comercios y servicios públicos esenciales como la sanidad sufren esta desidia de sus gobernantes. En este último año y medio, La Palma, con los nuevos gobiernos, ha dado un paso atrás y no tiene a nadie que defienda sus intereses.
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