Andrés Acosta crea un manto para la Virgen del Pino en la ciudad de El Paso |
El manto que lucirá hoy, 29 de agosto, la Virgen del Pino en la ciudad de El Paso, y que posteriormente se custodiará en el Museo de La Seda como exposición permanente, ha requerido más de seis meses de trabajo por parte del diseñador palmero Andrés Acosta. La pieza está confeccionada con diez metros de seda natural de El Paso y más de 120.000 cristales y perlas naturales.
Durante la Solemne Eucaristía de hoy, 29 de agosto, Andrés Acosta entregará el nuevo manto a la Virgen del Pino. Este acto se enmarca en las fiestas trienales celebradas en honor a la Virgen en la ciudad de El Paso, en la isla canaria de La Palma. El manto, confeccionado con diez metros de tafetán de seda en su color natural, ha sido elaborado en el Museo-Taller de La Seda por Las Hilanderas, un proceso artesanal que ha durado aproximadamente cuatro meses. Las Hilanderas, condecoradas con la Medalla de Oro de Canarias, son el único taller en Europa que conserva y desarrolla todo el proceso de hilado de seda de manera manual, utilizando telares originales del siglo XVIII.
Esta no es la primera colaboración entre el diseñador y Las Hilanderas. Esta nueva creación culmina el proyecto "Orión", en el cual Acosta utilizó seda de El Paso para crear tres vestidos bautizados como Alnitak, Alnilam y Mintaka, que representan las tres estrellas principales del cinturón de Orión. Conocidas en la tradición como "Las Tres Marías", estas estrellas han sido veneradas en diversas culturas como un portal hacia el "Reino de los Cielos".
En esta ocasión, el nuevo manto sigue la línea creativa característica de Acosta, rindiendo tributo a sus orígenes con un tejido joya que encierra un simbolismo mágico y evoca una profunda metamorfosis del ser. El manto, de 3 metros de ancho por 2 metros de largo, ha sido confeccionado con seda en su tonalidad natural, un símbolo de pureza, bondad y amor, atributos que representa la figura de María. El interior del manto ha sido forrado con un delicado tono verde, respetando el tradicional código de vestimenta por el que es conocida la Virgen del Pino.
La Virgen del Pino es venerada en una capilla situada en el corazón de la isla de La Palma, construida en 1876 por devoción de María Magdalena Rodríguez Pérez, conocida como Magdalena del Pino. La ermita se encuentra junto a un pino canario de más de 800 años, uno de los ejemplares más corpulentos y longevos de Canarias, símbolo de fortaleza, resistencia y resiliencia para el pueblo de El Paso. Con este proyecto, el diseñador rinde un tributo sincero a su tierra, siguiendo el espíritu de sus proyectos anteriores guiados por la máxima: “Si cuidas las raíces del árbol, sus ramas alcanzarán las estrellas”. Una metáfora que conecta la tierra con el cielo en un emotivo acto de fe.
Los característicos bordados de Acosta también están presentes en esta creación. El diseñador ha utilizado aproximadamente 120.000 cristales y perlas naturales, que ha bordado personalmente durante dos meses. El Sol, la Luna y las estrellas predominan en el diseño, mezclándose con sinuosas figuras que se elevan desde la base hasta la corona, en línea con la inspiración inicial. Los colores utilizados incluyen brillantes y metálicos dorados, delicados tonos verdes y cristales transparentes que se entrelazan sobre algunas superficies pintadas a mano en dorado.
La perla, cuyo nombre proviene del persa "murwari" que significa "hija de la luz", es uno de los elementos más significativos de esta obra. Este elemento, presente también en los vestidos de la colección "Orión", refuerza la simbología y nos habla de receptividad, de la acogida de lo celestial. La perla, oculta tras una concha que actúa como velo y protección, simboliza la eternidad, la unidad y la perfección, representando la belleza interior que a menudo no somos capaces de percibir. Este viaje hacia el interior de nosotros mismos culmina en el centro de nuestro corazón, el lugar donde reside el amor más puro, la única llave de acceso al Reino de los Cielos.
Este manto es una pieza cargada de simbología, gratitud y compromiso. Para Andrés Acosta, representa la culminación de una obra que considera la primera pieza de su nueva colección de alta costura femenina, que verá la luz próximamente. El manto, donado por Acosta a la ciudad de El Paso y a sus habitantes, se conservará y exhibirá junto a los tres vestidos "Orión" en la colección permanente del Museo de La Seda de El Paso.
0 Comentarios