Cabeza Guanche que mira al Sol |
El jurado de los críticos de arte popular decidió que esta obra de Fernando Bellver fuera destinada a la fragua inmediatamente. Qué escándalo. Casi ocasiona un levantamiento de las masas. El contratante de la obra estuvo a punto de trasladarla a un lugar menos visitado y concurrido. En París, en 1889, también Eiffel dijo a los asombrados franceses que aquella torre era efímera, que desaparecería después de la Expo.
Segun la página del Cemfac, esta insólita escultura se crea "por medio de un lenguaje o construcción figurativa sintética y esquematizada, lo que podemos denominar como neofiguración cubista, donde un sutil juego de recortes de plancha de acero cortén (cor-ten steel), a modo casi de juego papirofléxico, invitan al espectador a descomponer la simplificación y estandarización de las formas". Una definición alambicada sí que es.
Afortunadamente, la sentencia de muerte del cáustico jurado popular no se hizo efectiva con la celeridad que pretendía y la cabeza del guanche, aunque abandonada a su suerte para pasar desapercibida, logró superar el trámite del tiempo. Y ahora es un referente del "Campo de Marte" de Los Llanos. Y hasta mana el agua desde sus albas hasta sus céfiros atardeceres.
El arte, cuando no es figurativo total, es peligroso. Si no gusta, la no cualificación popular exige justicia severa.
Ya sucedió con una imponente obra en otro lugar de la Isla, del prestigioso artista Ginmernat, la "Fuente Luminosa" que hoy hubiera sido un referente inequívoco de la Ciudad: los jurados 'descualificados' de aquella época de hace casi cuarenta años decidieron darle cucharón de pala y marrón para sembrar unas tristes palmas, inadvertidas y humildes. Ahí sí ganó la justicia del enardecido pueblo ejecutor de las malas artes no figurativas, claro.
Los habitantes de Los Llanos que nacieron con la obra de Bellver no permitirían que hoy, 23 años después, la obra del Guanche de la Avenida desaparezca. Por no bajarse del burro, habrá mucha gente de hace 20 años que votaría todavía hoy por darle soplete a la obra del escultor madrileño que, paradojas de los creativos, es representante de arte figurativo.
El contratador, Ayuntamiento, lo sabe. Sabe que ahora hay otros tribunales populares. Y ya el agua, creo que por primera vez, fluye en la base circular de la estructura, una base que ya parece segura en la Cabeza del Guanche que sigue mirando a poniente.
Primitivo R. Jerónimo Pérez
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