La actividad, que se celebra este viernes, plantea un recorrido por el devenir capitalino desde una óptica desacostumbrada y apartada de la historia oficial.
El Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma organiza este viernes la ruta guiada Desposeídos y maleantes en un valle de lágrimas: marginalidad y beneficencia en Santa Cruz de La Palma, un recorrido por el devenir capitalino desde una óptica desacostumbrada y apartada de la historia oficial. La ruta, conducida por el técnico del servicio de Patrimonio Histórico del Ayuntamiento, Víctor Hernández Correa, partirá a las 17:00 horas de las Cuevas del Degredo (en la zona de Correos).
La actividad, organizada por la concejalía de Bienestar Social e Igualdad de Oportunidades con la colaboración de la concejalía de Patrimonio Histórico, se enmarca en el proyecto de integración social Incluye-T, financiado por el Cabildo de La Palma. “Se trata de ofrecer una visión de nuestra historia que favorezca la comprensión y empatía hacia quienes históricamente han sufrido la exclusión de la sociedad”, explica la concejal de Bienestar Social e Igualdad de Oportunidades, Gazmira Rodríguez.
Santa Cruz de La Palma dispone de episodios suficientes como para reescribir su pasado desde parámetros que miren el acontecer de sus pobres y mendigos, de sus enfermos contagiosos, de sus prostitutas, de los esclavos, de los sodomitas y homosexuales, de los protestantes y falsos judíos conversos procesados por el Santo Oficio, de los que fueron ajusticiados o deshonrados por sus ideas políticas, morales o religiosas y afrentados públicamente como escarmiento.
La ruta, desarrollada en horario vespertino, transcurre por varios puntos del casco histórico de Santa Cruz de La Palma, desde las Cuevas del Degredo, donde se aislaba en cuarentena a los viajeros sospechosos de contagio (estratégicamente situadas cerca del puerto principal), hasta las Cuevas de Carías, en las que se recogía a los enfermos de elefantiasis.
Se contemplan también instituciones cruciales en la historia de la asistencia a los menesterosos, como el Real Convento de la Inmaculada Concepción, cuyo patio de la Misericordia puede considerarse el antecedente más antiguo de los comedores sociales en Santa Cruz de La Palma. O personalidades como el padre Manuel Díaz, a quien se debe en buena parte el rumbo que sobre modelos ilustrados tomó la Junta de Beneficencia en Santa Cruz de La Palma, precursora de los actuales servicios sociales.
Los acontecimientos contados en esta ruta están sólidamente documentados a través de distintas fuentes escritas: desde actas municipales hasta expedientes judiciales, pasando por ordenanzas, noticias de prensa y crónicas, lo que incrementa aún más su valor histórico-social.
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