Una parte de la historia de La Palma más desconocida por sus habitantes es la inopia de que nuestra isla fue durante más de 200 años la puerta del nuevo Mundo.
Ese poder tan mayúsculo hizo convertir al puerto capitalino en el tercero del imperio importando algunos de los apellidos con más autoridad de Europa.
Las familias con más renombre se instalaron en Santa Cruz de La Palma y San Andrés, desplazándose luego a las Breñas y Los Llanos de Aridane donde poseían sus majestuosas fincas dedicadas principalmente a la caña de azúcar y al vino.
Conociendo esta resumida parte de la historia, podemos disfrutar en la Palma de un recorrido heráldico muy amplio, tan solo debemos de observar para darnos cuenta de que aún, en nuestras calles poseemos emblemas de nuestros descendientes más directos.
Portugueses, Italianos, Irlandeses, flamencos y belgas son tan solo parte de lo que aquí se cosechó hasta la guerra de Cuba que es cuando La Palma es rebajada a su máximo nivel de la mano de Valeriano Weyler.
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Autor: Fernando Rodríguez Sánchez (www.palmerosenelmundo.com)
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